Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud.
Los sofocos y sudoraciones suelen ser las primeras manifestaciones, las más aparentes y las que llevan a la mujer generalmente a demanda de ayuda en el periodo de la menopausia. También la ganancia de peso debida en gran parte a la reducción de los valores de estrógenos suele alarmar a la mujer que nota como su cuerpo cambia. El cambio viene dado por una alteración en el equilibrio de la balanza estrógenos/ andrógenos que provoca una nueva redistribución de la grasa hacia el abdomen, hecho que además de afectar estéticamente, está estrechamente relacionado con las enfermedades cardiovasculares, el cambio de la presión arterial que tiende a aumentar y el aumento del riesgo de contraer Diabetes Mellitus tipo II.
Cuando nacemos se pone en marcha nuestro reloj biológico, vamos creciendo y pasando por distintas etapas de nuestra vida hasta llegar a la edad adulta que es cuando habitualmente empezamos a experimentar algún signo o síntoma de envejecimiento como por ejemplo la aparición de arrugas en la piel, canas, dolores, cansancio, falta de energía, etc.
Está comprobado que el ejercicio físico es fundamental en el mantenimiento de la salud.
Todos los expertos y organismos internacionales lo recomiendan. Funciona como medicina preventiva y es esencial tanto para prevenir como para tratar diferentes enfermedades.
Son muchas las posibilidades del ejercicio físico. Desde caminar 45-60 minutos/día hasta cualquier actividad deportiva, siempre que se adapte a nuestra forma física y capacidades.
La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo. En el ser humano
ocupa aproximadamente dos metros cuadrados y su peso es de unos cinco kilogramos.
Volver de vacaciones sin haber cogido peso es casi un imposible para muchas personas. El descanso debe de ser completo física y emocionalmente, no te sientas culpable por no cumplir tu dieta.
La piel hay que cuidarla según la estación del año en la que vivimos ya que está expuesta a diferentes factores ambientales.
Ahora nos encontramos en verano donde la piel se ve afectada sobre todo por el sol y las altas temperaturas, por ello, la fotoprotección, limpieza e hidratación son fundamentales.
Dra Nuria Ugarte pertenece a: